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REDONDELA

Vivir donde acaba el ferrocarril

Vecinos de la rúa Estación, en Chapela, sufren el abandono de toneladas de material de la antigua vía ante sus casas y un visible deterioro del espacio destinado a "senda verde"

A ambos lados de la vía desmantelada en el antiguo apeadero de Chapela se acumulan vigas de cemento y traviesas de madera. // R. Grobas

Hasta hace una década paraba el tren en Chapela. Pero los raíles y traviesas ya han desaparecido del suelo por el que iba el ferrocarril. Ahora se acumulan delante de las viviendas de la rúa Estación. Sus habitantes soportan "desde antes de las elecciones" un gran trasiego de personal y materiales de Adif, que ha convertido el antiguo apeadero en un almacén con toneladas de vigas, denuncia la portavoz de la Asociación de Vecinos de Chapela, Ángela Méndez, residente en la zona. "Empezaron con un ahínco impresionante" hace seis meses, cuando comenzaron los trabajos de desmantelamiento de la vía en Vigo, para la creación de la senda verde. "Y lo dejaron así", dice.

La acumulación de materiales no solo resulta peligrosa al estar en un camino de libre acceso, sino que contrasta de manera patética con la humanización realizada en la Avenida de Vigo apenas a unos metros. A un lado lucen nuevas aceras y plazas de aparcamiento; al otro, piedras, tierra y suciedad. Para más escarnio, un gran cartel anuncia la próxima obra: "Creación de nuevas sendas y paseo peatonal".

El acopio de vigas de cemento y traviesas de madera sobrepasa el espacio del apeadero y llega a la propia Rúa Estación. Los residentes temen que "esto quede aquí por los siglos de los siglos", y se quejan de que les quita espacio de aparcamiento y dificulta las maniobras con el coche. Algunos, advierte Méndez, quieren colocar pancartas de protesta. La asociación de vecinos llama a la paciencia e insiste en sus reclamaciones al Concello.

El abandono de la rúa Estación queda patente en la degradación del entorno, con edificios cerrados y cubiertos de pintadas; en uno de ellos ensayan grupos de baile de la asociación Froles Mareliñas, y una instalación de obra acoge el baño. Al lado, contenedores de basura a los que "ni siquiera te puedes acerca cuando llueve", señalan, pues el camino es de tierra y se embarra.

El desmantelamiento de la vía ha dejado además sin pasos para cruzar con seguridad al otro lado. Resulta difícil pisar las piedras sin perder la estabilidad. "Nos dicen los obreros de Adif que tenemos que ir por aquel puente", a más de un centenar de metros y detrás de un talud cubierto de vegetación. Este formaría parte de los terrenos cedidos al Concello para la creación de la "senda verde", según explica el presidente de la Asociación de Vecinos de Chapela, Marcial Pérez.

Lo peor, lamentan los habitantes de la rúa Estación, es que personas incívicas "se creen que esto es un estercolero" y esparcen basura por la zona. Los carteles de aviso a los dueños de perros tampoco surten efecto allí donde la luz es escasa.

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