Los concellos de la Mancomunidade do Baixo Miño -Tui, Tomiño, A Guarda y O Rosal- presentarán una alegación conjunta al Plan de Transporte Público de Galicia 2020 que promueve la Xunta y que se encuentra en trámite de audiencia; y también solicitarán una reunión con la Dirección Xeral de Mobilidade para trasladarle el perjuicio que este proyecto supondrá para los vecinos. De esta manera, la comarca del Baixo Miño sigue los pasos de los alcaldes de Val Miñor, que hace una semana también acordaron presentar alegatos y pedir mejoras de comunicación local y comarcal.
La alegación de la Mancomunidad del Baixo Miño, presidida por la alcaldesa de O Rosal Ánxela Fernández Callís, recoge varios puntos que "afectan al servicio público de transporte y que podrían suponer un deterioro en la calidad del mismo". Señalan como ejemplo de este deterioro, la frecuencia horaria de los autobuses que circulan por la mañana, ya que desaparecería el servicio entre las 9.30 y las 12 horas y la comarca se quedaría sin transporte público en dicha franja horaria.
También hacen referencia a los precios e indican que no se resuelve adecuadamente la problemática existente en la conexión con el Hospital Álvaro Cunqueiro, con el Meixoeiro y la Universidad de Vigo. "El hecho de no estar en el Área Metropolitana de Vigo implica una situación de desigualdad con los vecinos de otras comarcas como Val Miñor, Morrazo o Condado, que pagan la mitad por su billete", lamentan, al mismo tiempo que indican que "tampoco se tiene en cuenta, de cara al futuro, el desarrollo que está experimentando la línea ferroviaria portuguesa".
La Mancomunidade do Baixo Miño también apunta que el pliego de condiciones del Plan de Transporte Público 2020 puede perjudicar a las pequeñas empresas de la comarca al valorar la necesidad de contar con autobuses de grandes dimensiones que en estos momentos no existen. En este sentido advierten que estos vehículos con más de 50 plazas no parecen imprescindibles para la demanda de la comarca, donde el transporte nunca va al límite de su ocupación.
Por último, Tui, Tomiño, A Guarda y O Rosal advierten de que, si se precariza el servicio, tendrá menos usuarios y resultará menos rentable, "siendo un círculo vicioso que no favorece el transporte público, una solución de movilidad que Europa recomienda como menos contaminante".
