El parque de la Penacova acogió ayer el último día de la Festa da Prehistoria. Durante la jornada esta zona estuvo habitado por tribus, por la mañana se pudo practicar la pintura rupestre y la pintura corporal, imprescindible para diferenciar a los miembros de cada grupo. Ya por la tarde, después de comer, las tribus foráneas subieron a la Lapiñeira do Bosque, una cueva granítica próxima al parque, para enfrentarse a las tribus locales. Se celebraron numerosas competiciones.