El flamante colegio Igrexa de Chapela, cuya construcción con 4,6 millones de euros de presupuesto está a punto de rematar, recibirá a sus primeros alumnos dentro de apenas un mes, el 11 de septiembre. Sin embargo el vial de acceso al centro escolar desde la N-552 mantiene un estado de abandono tal que el gobierno de Redondela se ha visto obligado a adoptar medidas urgentes. Prevé expropiaciones para ampliar la carretera, aunque eso será después del inicio del curso.

La alcaldesa, Digna Rivas, admite que el camino que va al colegio desde la carretera general (dos viales denominados Subida a Buraca y Subida a Maceira) no alberga las condiciones exigibles para que circule el transporte escolar. Esta semana acordó con la Consellería de Educación que para trasladar a los alumnos se utilicen microbuses en vez de un autobús. Por otra parte, pensando también en el tránsito de vehículos particulares, el Concello procederá en breve a una limpieza de las cunetas y a un asfaltado que solvente los numerosos baches y el firme irregular. El ensanchamiento del vial tendrá que esperar a las expropiaciones y a la licitación de la obra, un proceso que está previsto iniciar en octubre.

Culpa al gobierno anterior

Rivas explica que el acondicionamiento del entorno del nuevo CEIP, que por convenio con Audasa corresponde al Concello, se dividió en dos fases: primero el área lindante y después la subida de acceso. Los trámites de la segunda fase "estaban paralizados desde julio de 2018", asegura la alcaldesa. "El gobierno saliente era conocedor de los problemas que había pero no avanzó nada para solucionarlos", denuncia Rivas.