La Asociación Plataforma Pola Defensa da Ría de Vigo-Cíes se ha sumado a las voces críticas que advierten del impacto ambiental y económico que supone el proyecto de la Autoridad Portuaria para la reordenación del acceso a la zona de su competencia de Rande desde la carretera N-552, en Redondela.
Según explica la asociación en un comunicado, así se lo transmitió al Ministerio para la Transición Ecológica, personándose en el proceso de consultas sobre la decisión de evaluación de impacto ambiental solicitada por el Puerto de Vigo.
La plataforma señala que "dicho proyecto es parte de una actuación de mayor envergadura y trascendencia para la zona de Rande" por lo que considera que "debería redactarse un proyecto del conjunto de actuaciones e infraestructuras de los espacios portuarios, para poder realizar un análisis con perspectiva unitaria y valorar su repercusión ambiental debido a que se trata de un espacio muy sensible" de la ría.
El colectivo ecologista indica que la propia Autoridad Portuaria de Vigo incluye este proyecto de reordenación de accesos a la zona portuaria de Rande dentro de su Plan Estratégico 2018-2028, "lo cual demuestra la intención de eludir la obligatoriedad del cumplimiento del correspondiente estudio medioambiental conforme a la ley, dividiendo en pequeñas actuaciones un proyecto de gran envergadura".
Defensa da Ría recuerda que en octubre de 2017 la Audiencia Nacional anuló la "Delimitación de los espacios y usos portuarios" del Puerto de Vigo por no haber tramitado el necesario documento de evaluación ambiental.
Según alega la plataforma, la reordenación de accesos que propone la Autoridad Portuaria en Rande "supondría un impacto negativo muy significativo" en el espacio protegido de la Ensenada de San Simón, perteneciente a la red Natura, afectaría al patrimonio cultural y etnográfico del entorno (como el Castillo o los pecios submarinos) y a las zonas productivas de los polígonos de mejilloneras y bancos marisqueros, con el consecuente impacto económico. Añade que la contaminación por ruido y gases podría alcanzar al núcleo poblacional de Rande y tener efectos en la dinámica litoral como la "disminución de la calidad del agua".
Ante la posibilidad de que la zona de Rande se vea afectada por la emisión de "residuos tóxicos propios de la actividad industrial", Defensa da Ría apunta que las actividades que se plantean en esta área portuaria, como las de almacenaje o reparaciones de contenedores, "se pueden y deben ubicar en cualquier polígono industrial de la comarca apartado del borde litoral".
