El Juzgado de lo Penal número 3 de Vigo ha condenado a 15 meses de prisión a un conductor que atropelló a un ciclista en Baiona en 2017. Además, se le ha impuesto la retirada del permiso de conducción, así como la prohibición de manejar vehículos a motor y ciclomotores durante tres años y seis meses.

Según recoge la sentencia, la pena de cárcel ha sido suspendida por un periodo de dos años condicionado a que esta persona no vuelva a delinquir. Así, se ha considerado al acusado responsable de un delito contra la seguridad del tráfico "en la modalidad agravada de conducción temeraria" y de un delito de lesiones por imprudencia grave.

El tribunal ha considerado probado que, en torno a las 13:00 horas del 19 de noviembre de 2017, el acusado conducía un vehículo modelo Renault Scenic y que, a la altura del kilómetro 20 de la PO-552 en dirección a A Guarda (Pontevedra), se encontró con un ciclista que circulaba por el arcén en su mismo sentido.

Posteriormente, el conductor recriminó al ciclista que no hiciese uso del carril de bicicleta disponible en la zona y le adelantó. Además, la sentencia refleja que el turismo cruzó "sorpresivamente" en la vía "con temeridad manifiesta" y "consciente peligro" para la "integridad" del ciclista. Así, el vehículo interceptó la trayectoria de la bicicleta, que impactó contra el turismo "sin posibilidad de escapatoria".

Como consecuencia, el ciclista, que fue trasladado al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, precisó de 32 días para curar las heridas sufridas durante el accidente. Además, su bicicleta, su teléfono móvil y su equipamiento deportivo sufrieron desperfectos.

La sentencia también ha señalado que el acusado auxilió al ciclista en el lugar de los hechos "asumiendo en parte su responsabilidad por lo sucedido" y que la compañía aseguradora de su vehículo lo indemnizó por los perjuicios sufridos.

En concreto, el Ministerio Fiscal había solicitado una pena de prisión de 15 meses y la prohibición de conducir por un periodo de tres años y seis meses, peticiones a las que se adhirió la acusación particular. El abogado de la defensa y el acusado mostraron su conformidad con la acusación formulada por la Fiscalía y, dado que ambas partes mostraron su interés en no recurrir la sentencia dictada, se declaró firme.