La agrupación de EU Son Porriño está fracturada. Una quinta parte del consejo ha presentado su dimisión por discrepancias que vienen de atrás pero que culminaron con la decisión de no entrar a formar parte del gobierno local tras la investidura de la socialista Eva García de la Torre. "Si bien en los últimos tiempos ya se venían produciendo hechos o comportamientos que estaban a alterar la normal convivencia del equipo humano que hasta la fecha conformábamos EU Son, las situaciones vividas durante el proceso de negociación de cara a la sesión de investidura acabaron por romper la estructura política con la que nació y creció este partido". Así se extrae del documento en el que Victoria Cardoso, Yonai Gómez, Cecilia Cardoso (ex concejala del BNG), Roberto Alonso (candidato a la Alcaldía en 2011 por IU), Antonio Sánchez y José Rodríguez anunciaban su dimisión.

En el documento hablan de "aislamiento político encabezado por el propio coordinador" y de "carencia absoluta de una hoja de ruta que trazase unas líneas básicas durante el propio proceso de negociación", aunque subrayan que "a pesar de las fuertes discrepancias mantenidas en el seno del consejo, respetamos su decisión, sin embargo no podemos obviar que parte de los componentes de este proyecto político, entre los que se encuentran las personas que ahora poseen acta de concejales, expusieran posturas y mantuvieran posiciones políticas que propiciaban forzosamente un gobierno del PP".

Así la primera discrepancia surgió en la persona de la candidata socialista, la actual alcaldesa Eva García. "Siempre hemos defendido su investidura y finalmente se optó por ello, a pesar de que las diferencias personales y políticas primaban sobre el respeto al modelo social propuesto", señalan. Así, la decisión última de no entrar a formar gobierno fue lo que desencadenó la dimisión conjunta. Una decisión que el portavoz y coordinador de EU Son, Pedro Ocampo, subraya que fue mayoritaria "de 25, 20 optamos por esa opción, avalados por la experiencia de los últimos cuatro años y convencidos de nuestra labor como oposición". Ocampo añade que "estas personas no votaron ni tomaron la palabra en la asamblea en la que nos reafirmamos para no entrar en el gobierno".

Por la parte contraria aseguran "no poder compartir la decisión de no involucrarse en un proceso de diálogo de cara a intentar hacer políticas progresistas con el BNG, con los que creemos tenemos mucho en común, y realizar un control continuo de las actividades del nuevo gobierno, en aras de corregir comportamientos del pasado con los que todos estamos en desacuerdo. Una decisión que entendemos responde a cuestiones basadas en pudores personales, constituyendo una irresponsabilidad de cara a la ciudadanía al hacer primar lo personal por encima de conformar un gobierno amplio y estable".