El informe encargado por el Concello alerta de que hay otras cinco canteras con posible riesgo de que sean utilizadas por bañistas, "todas ellas arrendamientos parciales de la concesión Benedicta nº1.544 de la que es titular Pocasa". Precisamente referente a esta concesión está a día de hoy en exposición pública el estudio de impacto ambiental del proyecto de restauración integral, al cual desde la agrupación de vecinos afectados, que en breve se constituirán como asociación, presentarán una serie de alegaciones al entender que no se recogen diversas cuestiones.

"Se dice que en cuanto a la salud humana, por su ubicación alejado de cualquier núcleo y por nula afección a la red hidrogeológica del entorno, no se considera nociva la actividad cuando en realidad sí nos afecta, existen casas a menos de 100 metros de estas explotaciones y hay denuncias y juicios ganados por afecciones de las canteras, además tampoco se tiene en cuenta el impacto que ello puede tener en As Gándaras de Budiño, un espacio de la Red Natura", indican.

El centenar de vecinos de diferentes barrios de Budiño y Atios que se consideran afectados echan en falta también un programa de vigilancia ambiental "que alguien certifique y se encargue oficialmente de vigilar lo que se vierte en esos terrenos a restaurar, porque lo que allí se deposite tendrá a su vez un efecto directo sobre las aguas subterráneas".