El rugir de motores de la caravana de San Cristóbal que ayer recorrió Gondomar para que cientos de vehículos recibiesen la tradicional bendición y diesen el pistoletazo de salida a los días grandes de Gondomar no impidió que las fiestas de San Benito se convirtiesen en las más sensibles de la comarca con las personas con autismo y epilepsia. A propuesta del gobierno municipal y con el apoyo de la comisión y de la asociación Autismo Vigo, los feriantes y atracciones apagan este año la música y las luces de 17.00 a 19.00 para recibir con los brazos abiertos a aquellos vecinos y visitantes con problemas de hipersensibilidad acústica o lumínica.
La iniciativa sigue la filosofía de la eliminación de las bombas de palenque que por el mismo motivo se puso en marcha el año pasado y trata de conseguir una mayor accesibilidad a unas fiestas que hoy llegan a su jornada central con la multitudinaria romería del "máis milagreiro" desde primera hora.