La Sociedad Gitana de Galicia, asociada al clan de los Morones que lidera Sinaí Giménez, ha trasladado a los vendedores gitanos zamoranos un "acuerdo de paz real totalmente distinto al que se firmó en el año 2014", cuyo objetivo sería "tenderles la mano para tratar de terminar con las tensiones existentes entre las dos familias". Dicho acuerdo propuesto por los Morones consistiría en retirar todas las denuncias y acusaciones contras los zamoranos, y viceversa, y repartir las áreas de venta ambulante y convivencia. Sobre esta "pacto de paz" los zamoranos aseguran que "no dan crédito" y consideran que no tienen nada que repartir y que los Morones no pueden prohibirles ir a donde quieran.

El reparto que hacen los gitanos gallegos dejaría a estos sin los mercadillos de Tui, A Guarda, Tomiño, Goián, Baiona, Gondomar, Porriño, Salceda, Salvaterra, Mondariz, Ponteareas y Cangas. Además, los Morones tampoco "acudirían a estos Concellos ni a trabajar ni a realizar actividades de ocio, como salidas, tomar copas, celebraciones, etc. Dejando esos espacios exclusivamente reservados para los gitanos zamoranos a fin de evitar cruces entre las diferentes familias, al menos a corto plazo".

Asimismo, según el intento de "acuerdo de paz real", los gitanos zamoranos quedarían vetados en los mercadillos localizados en un radio que iría desde Mos hasta Pontevedra (San Cosme, Vigo, Redondela, Marín, Pontevedra y Moaña, entre otros); e, igualmente, estarían restringidas cualquiera actividad de "ocio, celebraciones, tomar copas, etc.".

El acuerdo también contemplaría que "los gitanos gallegos retirarían todas las denuncias y acusaciones contra los gitanos zamoranos siguiendo trabajando con su propia cooperativa de gitanos gallegos y, además, se negarían a declarar" en el juicio por una reyerta en el mercadillo de Cangas que comienza el 1 de julio. Piden que los gitanos zamoranos hagan lo mismo, no obstante, la propuesta de paz, trasladada al abogado de los zamoranos, ha sido rechazada por sus defendidos, por lo que, en un comunicado firmado por la Sociedad Gitana de Galicia, informan de que los Morones "han nombrado nuevos letrados especializados para seguir adelante con esta causa".

El conflicto entre Morones y zamoranos estalló a finales de 2010, cuando, supuestamente, los Morones decretaron un destierro y obligaron a las familias de los zamoranos a abandonar sus viviendas. Pese a que, finalmente, se dio marcha atrás en dicho exilio, los enfrentamientos entre ambos clanes se han ido sucediendo a lo largo de los años; siendo el último de los sucesos más sonado un tiroteo en una ceremonia de pedida de mano de los zamoranos en Porriño en la que resultaron heridas dos personas hace un mes. Estos señalaron a los Morones como los autores de los disparos, pero los gitanos gallegos negaron su implicación.