El Boletín Oficial de la Provincia de Pontevedra publicó en el día de ayer las bases reguladoras del fondo municipal de Tui para la reparación de daños en viviendas afectadas por la explosión de material pirotécnico que tuvo lugar el 23 de mayo de 2019 en Paramos. El Concello, dentro del fondo de emergencia de un millón de euros ampliable, destina a las actuaciones de reparación de edificaciones 857.000 euros, cuyo plazo de presentación de solicitudes será de tres meses, desde hoy, finalizando, en todo caso, con el agotamiento de la dotación presupuestaria de la convocatoria.

Aunque ya ha pasado más de un año, la lenta tramitación hizo que la publicación se demorase tanto.

Pueden ser beneficiarias de estas ayudas las personas propietarias o usufructuarias que sufrieron daños, tanto en su residencia habitual como en segundas viviendas en la "zona cero" del barrio de A Torre. En caso de primeras viviendas, la ayuda se concederá por el importe correspondiente, hasta cubrir como máximo el cien por cien del valor de reparación o rehabilitación; mientras que, para segundas viviendas, se sufragará como máximo el noventa por ciento de la reforma. En este sentido, cabe destacar que el límite de la subvención en ningún caso puede superar los 189 metros cuadrados; tasando el metro cuadrado a 1.212 euros para viviendas; 727 euros para garajes, edificaciones auxiliares y trasteros en sótanos o cercas; y 606 euros para garajes, edificaciones auxiliares y trasteros en superficie de parcela y abiertos.

Los beneficiarios deberán ejecutar las obras en un plazo que no debe superar los 24 meses, contados a partir del día siguiente al de la notificación de la notificación de la resolución de concesión de la subvención. No obstante, podrán incluir las actuaciones preparatorias que se realizaron antes de la presentación de la solicitud, como el coste de la redacción de los proyectos, honorarios de los profesionales o informes técnicos.

Cabe destacar que quedarán excluidas de estas ayudas las edificaciones ruinosas y las que estuvieran en situación de manifiesto abandono con carácter previo a la explosión del 23 de mayo de 2018.