Sábado 07:30 A.M. Las furgonetas de las distintas familias de vendedores "gitanos zamoranos", en Atios (Porriño) desde sus domicilios en varios puntos de la localidad. Veinte minutos después emprenden la marcha en caravana en dirección a un mercadillo.

Las familias de "gitanos zamoranos" han decidido acudir en caravana a algunos mercadillos del sur de la provincia de Pontevedra, como el que se celebró ayer en A Guarda, para evitar el posible hostigamiento de los "gitanos gallegos", según dijeron ayer a FARO DE VIGO. Se cumple una semana de la agresión sufrida durante una pedida de mano en un edificio de usos múltiples del Concello de Porriño y el grupo quiere "extremar las precauciones".

"Solo lo hacemos por precaución, porque creemos que si vamos todos juntos son menos las posibilidades de un ataque", explica uno de ellos. Ayer la jornada terminó sin incidentes, pero explicaron que desde Porriño hasta a A Guarda tendrían que pasar por Tomiño, una zona donde reside "la familia de los morones" a la que temen y más desde que el rey de los gitanos "gallegos" es Sinaí Giménez.

"Nosotros queremos vivir en paz, sin que nos controlen, ni nos compliquen la vida, llevamos varias décadas asentados aquí, y estamos totalmente cansados del hostigamiento al que somos sometidos", afirman.

El miedo se extendió después del incidente de la pedida de mano. "Nos mandaron arregladores para decirnos que no podíamos tener ninguna celebración, ellos personalmente nunca dieron la cara", apuntan.

Estos hechos fueron negados por la familia de los morones que en su última nota de prensa autorizada por Sinaí Giménez, el rey de los gitanos "gallegos", aseguran que nunca hubo ningún tipo de problema con los "zamoranos" pues "siempre nos hemos llevado bien" y culparon a los políticos y especialmente a la alcaldesa de Porriño, Eva García de la Torre, que gobierna desde 2015, de ponerse en medio y de alguna forma ser culpables del problema.

Pero los "zamoranos" recuerdan el grave incidente de Vigo, cuando en octubre de 2015 fueron tiroteadas tres furgonetas en las que viajaban familias en la VG-20. "No queremos que eso vuelva a pasar, aquello pudo ser una masacre, pero afortunadamente solo hubo un herido", indican. En aquella ocasión los hechos provenían de una batalla campal que había tenido lugar en Cangas en medio de un conflicto que se arrastra desde hace muchos años y que se originó en el control de determinadas ferias por parte de los "gallegos". Creerse dueños del territorio hizo que los morones llegasen en los duros momentos a expulsar a los "zamoranos" de Galicia, que llegaron a organizar un éxodo, aunque posteriormente fueron regresando.

Un portavoz de los "zamoranos" pidió ayer públicamente "vivir tranquilos", sin miedo. "Que podamos hacer nuestras celebraciones y que tengamos libertad de movimientos, sin temor a nadie, tal y como viven los demás vecinos de Porriño, una población en la que estamos integrados desde hace muchísimo tiempo".