¿Será un pájaro? ¿Será un avión? No. Ni tampoco es un OVNI, ni una caja bomba, aunque pudiera parecerse. Es la sonda estratosférica que los alumnos del Centro de Educación Especial de Panxón lanzaron ayer desde Chandebrito para recabar datos climatológicos, y geográficos y captar imágenes a vista de pájaro. Conscientes de que el globo de helio y el pequeño contenedor científico podrían perderse en medio del viaje tras ascender a toda velocidad hacia la estratosfera, los jóvenes colocaron un tranquilizador mensaje, seguido de un número de teléfono, para quien lo encuentre: "Non se asuste, isto é un proxecto educativo. Se atopa esta caixa póñase en contacto con nós".

Con la esperanza de que el paquete de apenas un kilo llegue a manos amigas que lo devuelvan, los escolares y sus profesores no le quitan ojo al móvil desde ayer. Dentro de la caja hay dos cámaras go pro, un termómetro, baterías, tubos refrigerantes y un GPS. Todo lo necesario para recoger la información en la que la veintena de alumnos de 10 a 18 años de este centro dedicado a los jóvenes con trastornos de conducta de toda Galicia ha trabajado a lo largo del curso para aprender en todas las materias. Desde la geografía, la lengua o las matemáticas hasta otro tipo de formación tan útil para su desarrollo como el trabajo en equipo, la disciplina o el cuidado del material. Y es que el CEE de Panxón funciona sin libros de texto ni apuntes. Desarrolla proyectos educativos según los intereses de su alumnado para motivarlo en el aprendizaje. "O éxito desta aventura está conseguido por todo o traballo feito. Que a sonda se perda ou non é secundario", explicaba ayer el profesor de ciencias, Óscar Prego, tras recorrer decenas de kilómetros con un grupo de estudiantes en una furgoneta tras la sonda hasta Monçao.

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La sonda espacial del CEE de Panxón despega hacia la estratosfera

Fue allí donde perdieron la pista al aparato. Su última señal les indicó que había cruzado el Miño una hora después del despegue, pero no lo encontraron. "Pode que perdese a cobertura ao gañar altitude, pode que caese nunha árbore ou pode que alguén o atope. Haberá que esperar, pero en todo caso foi un día moi emocionante para todos", destacó el docente.

El momento clave de la jornada fue el del lanzamiento. El evocador Bosque da Memoria de Chandebrito, plantado junto al castro para que nadie se olvide de los terribles incendios de octubre de 2017, fue el escenario elegido como homenaje a los vecinos de la parroquia, que se convirtió por unos minutos en un pequeño "Cabo Cañaveral" para despedir el artefacto. Hubo cuenta atrás y el vertiginoso ascenso finalizó con entusiastas aplausos del medio centenar de espectadores.