Valorando la corteza, miga, color, alveolado, sabor, gusto, textura, peso y aspecto exterior, el pan, una bolla gallega de pirucho (moña), presentado por Luis Miguel Iglesias, de Amaquía, en Porriño, ha resultado el ganador de la Miga de Oro en Galicia.

Cuarenta panaderos de toda la comunidad autónoma, entre los que se encontraban también otros dos porriñeses, han sido seleccionados para participar en la Ruta del Buen Pan, a través de la cual se escoge a los 80 panaderos top de España. Precisamente en la tercera edición de este reconocimiento, impulsado por la fundación Panàtics y la entidad Pan de Calidad, se están organizando semifinales a nivel autonómico, de las cuales en noviembre se escogerán a aquellos profesionales que obtengan las 80 mejores puntuaciones y que posteriormente superen la prueba de una visita anónima a su establecimiento para valorar la presentación del pan en tienda y la atención al cliente.

El proceso de selección se ha llevado a cabo mediante una cata a ciegas, por un jurado compuesto por cocineros, gastrónomos y periodistas especializados. Los únicos requisitos eran que la pieza pesara entre 700 y 900 gramos y estuviese elaborada con harina de trigo o con harina de trigo y centeno. A partir de ahí, cada panadero ha puesto su buen hacer; "en nuestro caso utilizamos masa madre de cultivo propio y trabajamos con un proceso lento tanto de amasado, como de fermentación y cocción", explica Luis Iglesias muy agradecido y a la vez sorprendido "de haber sido elegido entre los mejores profesionales del sector en Galicia y orgulloso también de llevar al pan de Porriño a lo más alto".

Esta bolla gallega de pirucho premiada la tienen a la venta al público los fines de semana o por encargo. "Se trata de un pan hidratado, con corteza fina, miga húmeda y alveolada", describe el panadero.

La figura recibida a modo de trofeo consiste en una rebanada de pan auténtico, tratada y bañada en oro de 24 quilates.