Que la riqueza de las Rías Baixas es indiscutible nadie lo duda, pero a veces el mar sorprende llevando hasta la orilla objetos de lo más variopinto. Hace unas semanas decenas de botellas de aceite llegaban hasta una playa de Camariñas revolucionando la localidad. Hoy una situación similar se daba en A Guarda.

Concretamente, botellas de aceite llegaban esta mañana hasta la zona de O Seixal, en Camposancos, para sorpresa de los que se encontraban con el hallazgo.