El alcohol estuvo detrás de dos accidentes de tráfico ayer en Baiona y Nigrán. A las 7.00, un conductor de Nigrán invadía la acera y derribaba una farola en la baionesa calle Tomás Mirambell. Salió ileso, al igual que la persona que lo acompañaba y arrojó un resultado de 0,99 mg/l en la prueba de alcoholemia, cuatro veces la tasa permitida. Doce horas más tarde, un ciclista vecino de Nigrán de nacionalidad austriaca, también con síntomas de embriaguez, se saltó un stop en Praia América y fue arrollado por una furgoneta de un colegio de Panxón. Sufrió heridas en la cara y fue trasladado en ambulancia al hospital Álvaro Cunqueiro.