La Xunta de Galicia ha explicado cómo será el Plan de Restauración y del Proyecto de Abandono definitivo de la cantera de Vilafría, en la parroquia porriñesa de Atios.

Mediante un comunicado de la Delegación Territorial, expone que el "hueco creado por las labores de explotación se eliminará mediante un relleno con materiales procedentes de desmontes, lodos de serrado de centro de transformación de granito ornamental y, por último, con áridos reciclados ecológicos, con marcado CE, en las capas de rodadura para el tránsito de maquinaria pesada". Todo esto para poder reforestar la zona, aunque antes añadirán una "capa de tierra vegetal para favorecer la implantación de cobertura vegetal", explican en el comunicado.

Todo esto con el objetivo de "dar una regularidad topográfica adecuada al relleno propuesto, creando unos encuentros suaves entre la ladera resultante y el terreno correspondiente de la orografía original, y protegiendo a las viviendas contiguas de posibles corrimientos de tierra a través de un sistema de canales de drenaje de agua".

Modificación

El Plan expone también que la pantalla protectora, construida en los años 90 para aminorar los efectos de la cantera, situada en la zona norte-noroeste de la cantera de Vilafría, verá reducida su altura "hasta la cota actual de la pista existente, eliminando la totalidad de las arcas que miden entre 9 y 11 metros y unos tres metros de muro", pero persistirá "para dar servicio en un futuro al largo del pie de la nueva ladera creada que se desarrollará con una anchura de 6 metros y una pendiente media de 2%". Este es uno de los puntos que más discrepancia despierta entre las empresas responsables y los vecinos de Atios, ya que el miércoles, la Asociación de Vecinos Afectados por las Canteras de Vilafría y de O Carbón hacían público que "solicitan la retirada total del muro" y lo reafirmarán en la movilización que tienen convocada para el domingo a las 12.00 horas en el barrio. Además de esto, también reclaman los más de 68.000 euros que les adeudan las empresas explotadoras por los daños causados en 55 viviendas por las "voladuras fuera de control que provocaron breas y derrumbes", exponían desde la organización.