Las vistas del Parador Conde de Gondomar en Baiona, en la península de Monte Boi, ya no volverán a ser las mismas. El pinar que hay en el interior del recinto amurallado sufre una plaga de orugas procesionarias que ha obligado a los propietarios a tomar la decisión de talar esta formación arbórea de más de 50 años.

Éste área, que ocupa algo más de dos hectáreas de terreno, se ha visto "gravemente atacada" por esta especie que "devora las acículas del pino, llegando a provocar la muerte del árbol en ataques severos", explica la cadena hotelera Paradores. Sobre este pinar en concreto, actualmente el 75% de los árboles presenta una parte aérea seca o está muy débil o muerto.

Paradores garantiza que la Consellería do Medio Rural de la Xunta ya ha "demarcado el pinar como afectado por el nematodo" y que "existe un riesgo de salud pública para sus usuarios. Además, para la tala, la cadena afirma contar "con todos los permisos provinciales" de la Dirección Xeral do Patrimonio de la Consellería de Cultura e Turismo, dada la existencia de bienes de interés cultural en el lugar. Además, la cadena ha solicitado la autorización para repoblar la zona con robles autóctonos para buscar "mayor adaptación" al medio y evitar así futuras nuevas plagas de procesionarias.