Una de las más importantes manifestaciones del feísmo urbanístico de la comarca ya tiene fecha de caducidad. Una resolución de la Alcaldía de Redondela ordena la obligatoriedad de adaptar a la legalidad urbanística un edificio de Chapela, situado en la Avenida de Redondela, junto al acceso de la autopista AP-9, cuya construcción llevaba paralizada más de 25 años.

El Concello da un plazo de nueve meses a los propietarios del inmueble, cuya obra excede del volumen permitido en la licencia urbanística concedida en el año 1992.

El alcalde redondelano, Javier Bas, en su resolución al expediente de disciplina urbanística sobre este caso, pone de manifiesto a los titulares del bloque que deberán "proceder a la demolición del exceso de obra ejecutado y reducirlo al volumen de la licencia originaria, que solo autoriza la construcción de un edificio con dos semisótanos, bajo y dos plantas".

La demolición reducirá el volumen del edificio un 38 por ciento, al rebajar de los 5.762 metros cuadrados construidos, 2.230 que se hicieron fuera de licencia. El presupuesto de las obras asciende a 44.789 euros. En concreto, el derribo afectará a parte de los dos sótanos, el semisótano y las tres primeras plantas, la cuarta en su totalidad y la rampa exterior de acceso al garaje.

La situación de este inmueble situado en el centro urbano de Chapela estuvo más de dos décadas paralizada hasta que en 2017 el alcalde redondelano, Javier Bas, inició las actuaciones para tratar restaurar la legalidad urbanística. Un informe de la aparejadora municipal de junio de ese año dictaminó que las obras ejecutadas hasta la fecha (sin terminar) no se ajustaban a la licencia.

Para tratar de resolver la situación desde el Concello se ordenó la emisión de informes jurídicos y técnicos, y a continuación, cumpliendo escrupulosamente los plazos previstos en la normativa, se tramitó el expediente que acaba de ser resuelto ordenando la adaptación del edificio a la legalidad e imponiendo un plazo máximo para hacerlo.

El alcalde redondelano acusa de "dejadez" a los responsables de los gobiernos anteriores, los bipartitos del PSOE y BNG dirigidos por Xaime Rei, por no resolver nunca los expedientes sancionadores iniciados en 1994. "Los responsables de permitir estas obras no fueron capaces de resolver durante más de veinte años esta polémica situación, lo que nos demuestra que nunca tuvieron interés en evitar ese feísmo en una parroquia como Chapela, a la que tuvieron completamente abandonada en el ámbito urbanístico", critica Bas.