Gonzalo Fernández de Cordoba y Narváez aseguró ayer que su padre, el anterior conde de Gondomar, ya quiso promover en 1991 el traslado a Galicia de los restos de Don Diego Sarmiento de Acuña. "Mi padre entendía entonces que la sepultura que tenía nuestro antepasado no era la adecuada, estaba enterrado en la iglesia de San Martín, no en buenas condiciones, aunque sí en lugar sagrado", añadió.

"La solicitud de traslado a Galicia realizada por mi padre surgió efecto en las autoridades de Valladolid, y el Ayuntamiento promovió el traslado de la iglesia de San Martín a la de San Benito el Viejo con todos los honores". Don Diego había dispuesto en su testamento ser enterrado en la cripta de la iglesia de San Benito el Viejo, anexa a la Casa de Sol, su residencia en la ciudad castellana.

El actual conde entiende que se cumplió el deseo de Don Diego pero ahora "ya no tiene sentido porque la iglesia de San Benito el Viejo como tal no existe, pues ha sido desacralizada, y creo que su traslado a Gondomar es perfectamente viable".