El Concello de Salvaterra de Miño dispone, desde ayer, de un alcoholímetro en funcionamiento instalado en la calle Miño, que según el Concello, es el primero que se instala en un vial público en la comunidad gallega. Los vecinos y visitantes de la localidad ya pueden saber, introduciendo un euro en la máquina y soplando, si están en condiciones de conducir o, por el contrario, deben esperar a que se les pasen los efectos del alcohol ingerido para ponerse al volante.

El equipo realiza una medida orientativa que puede leerse en una pantalla y no expide recibo. Para ponerlo a disposición de los usuarios, el Concello tuvo que aprobar una Ordenanza reguladora y un precio público. Así el Concello establece que los usuarios que deseen realizar un control voluntario de alcohol en sangre deben introducir un euro en la máquina, recoger la boquilla y soplar.

El alcalde, Arturo Grandal, explica que la decisión de instalar este alcoholímetro, es una medida de seguridad vial pero, además, responde a una iniciativa de colaboración con los establecimientos de hostelería local y las bodegas del municipio.

De este modo, aquellos que quieran comer o cenar en algún restaurante, tapería o bocatería del municipio, podrá degustar vinos elaborados en las bodegas de Salvaterra sin arriesgarse a una multa ni poner en peligro su vida o la de los demás conductores.

"Elegimos esta ubicación porque la calle Miño cuenta con acera suficientemente ancha para su instalación y también con estacionamiento para los ciudadanos que quieran soplar para saber si están en condiciones de conducir" indica Grandal.

Para ponerse al volante, la Guardia Civil de Tráfico recuerda que un conductor no puede superar los 0,25 miligramos por litro de aire espirado, excepto en los casos de conductores con menos de dos años de carné o los profesionales, en los que la cifra es 0,15 miligramos por litro en aire.