El que fue centro de comunicaciones del Nigrán durante buena parte del siglo XX se ha convertido en foco de contaminación por abandono en pleno centro urbano de A Ramallosa, junto a la plaza de abastos y a la orilla del río Miñor. La antigua casa de Telefónica, una lujosa vivienda en cuyo bajo trabajaban las telefonistas que hacían posibles las llamadas de los nigraneses hasta la década de los setenta, lleva años abandonada y el Concello quiere hacerse con su titularidad para rehabilitarla y darle un uso social. Así se lo ha reclamado a la Jefatura de Costas del Estado en Pontevedra, el organismo que tiene competencias en la finca, por situarse en el dominio público marítimo terrestre.

Y así lo explicó el alcalde, Juan González, en el último pleno, en respuesta a una pregunta del portavoz de Unión Centrista de Nigrán, Antonio Fernández Comesaña, que denunció el lamentable estado de la edificación, cubierta de maleza desde que sus últimos ocupantes la abandonasen. El independiente alertó de "los riesgos sanitarios que comporta, dominada por las ratas, y del aspecto antiestético que supone, con el agravante de que el regidor reside a escasos cien metros". Instó asimismo al gobierno local "a ordenar a la propiedad la limpieza de la finca, o incluso a retirar la maleza de forma subsidiaria, girando los gastos a los dueños, independientemente de la imposición de multas coercitivas" e incluso a tramitar la expropiación de la parcela para fines públicos".

Gestiones tardías

La Corporación había aprobado en 2016 iniciar las gestiones con la propiedad y el Ministerio de Medio Ambiente para recuperar la parcela para el dominio público. Pero fue a finales del año pasado cuando la maquinaria municipal se puso manos a la obra y solicitó a Costas y a los dueños el acceso de los técnicos municipales para valorar el estado de la construcción de cara a la reclamación.

El departamento estatal informó al Ayuntamiento que la finca está incursa en un expediente administrativo, precisamente para devolverla al dominio público desde el año 2007, que espera resolver próximamente. El Estado había otorgado la concesión de los terrenos de la casa y de la plaza de abastos en 1904 a un vecino para la construcción de un almacén de alimentación, apunta el regidor. Y un siglo y tres años después, decidió recuperarla para poner freno a su deterioro, especialmente grave por ubicarse junto a una zona protegida y catalogada como Rede Natura 2000.

Según el informe del arquitecto técnico municipal tras su visita a la parcela, el deterioro no afecta a la estructura de la edificación, por lo que resulta perfectamente rehabilitable, pese a lo que pueda parecer. Así que la intención del gobierno local es "conseguir a titularidade para poder acondicionala e convertila nun espazo público", indica el alcalde.

El equipo de gobierno no ha pensado en la utilidad que le dará al inmueble si logra incorporarlo al patrimonio municipal. "Hai moitos usos que lle podemos dar, pero polo de agora imos centrarnos en facernos coa casa. Consideramos que pode ser un ben moi valioso para o municipio polo seu valor arquitectónico e porque pode converterse nun novo espazo público moi interesante e moi ben ubicado á beira do río" , señala González.