El Concello de A Guarda sigue excavando en su pasado. Después de conocer que las salinas de O Seixal y Camposancos pertenecen al mayor complejo salinero romano documentado hasta el momento, ahora trata de averiguar la extensión real de dicha factoría. Para ello se ha realizado un estudio geofísico en colaboración con el Centro de Arqueometría de la Universidad Computense de Madrid.

Los trabajos, enmarcados dentro del proyecto "A Guarda, Mar de Sal" (subvencionado por la Consellería do Mar con 75.000 euros), se han llevado a cabo con un georradar, un sistema que permite hacer lecturas del subsuelo para comprobar la existencia de estructuras arqueológicas y así conseguir una imagen más amplia y precisa de su extensión y morfología. Los datos ya están siendo procesados y desde la dirección del proyecto esperan que "permita conocer mejor la salina de O Seixal".

Los trabajos de prospección geofísica se ampliaron hacia la zona de la costa guardesa, ya que el estudio sistemático de la franja costera ha permitido identificar dos nuevas zonas con vestigios de salinas romanas localizadas en el entorno de la Cetárea Redonda o de Pepe Sobrino.

En las próximas semanas se iniciarán los trabajos para la consolidación y restauración de las salinas que garantizará su apertura definitiva al público. De esta forma, el Concello no solo recuperará y pondrá en valor su paisaje de sal, sino que también lo cimentará sobre un sólido respaldo científico.