El colegio Lar, en Mos, es uno de los más de 50.000 centros repartidos en 67 países de todo el mundo que forma parte del programa de sostenibilidad en el ámbito escolar con mayor alcance a nivel global: Ecoescuelas. Una mascota que enseña a los más pequeños a reciclar; la colocación de contenedores diferenciados para recoger por separado el plástico, el papel y los residuos orgánicos; talleres y charlas de concienciación y puesta en práctica el reciclaje e incluso la instalación de sensores en las papeleras para contabilizar en tiempo real la cantidad de basura almacenada, son algunas de las principales acciones puestas en marcha por este colegio, involucrando así en la iniciativa a sus 800 estudiantes, junto al profesorado y a toda la comunidad educativa. Y es que este programa comienza en el aula, se expande a la escuela y, finalmente, fomenta el cambio en la comunidad en general.

Este año y tras realizar un concurso abierto, recibiendo más de un centenar de propuestas, han creado una mascota, Ecolarry, la cual visita periódicamente las clases de los más pequeños, Infantil y Primaria, acompañada de un par de alumnos para explicar en qué consiste el reciclaje y cómo hacerlo correctamente. Asimismo, otra de las novedades, según explica la coordinadora de Sostenibilidad y Medio Ambiente del centro, Rosa María Alonso, es la instalación de sensores en las papeleras de papel y plástico. "Se envían los datos de manera inmediata, a través de un router, a una nube a la cual accedemos, pudiendo comprobar así, por ejemplo, cuáles son aquellos cubos que se llenan más, en qué zona del cole están, si están en el lugar más apropiado o si se llenan rápido intentar averiguar el motivo", apunta.