Todavía no le han comunicado exactamente dónde estará su puesto de trabajo, ni cuáles serán sus tareas, ni tampoco el sueldo. Pero la noticia de haber conseguido la plaza es suficientemente para estar "muy feliz", señala Horacio. "La estabilidad laboral me permitirá hacer una de las cosas que más me gustan, que es viajar, y tener una vida plena, en la que pueda tomar mis propias decisiones", apunta, en lo relativo a las relaciones de pareja, a independizarse, en definitiva, a organizar su propia vida.

Algo por lo que lucha como activista en defensa de los derechos de las personas con discapacidad. Forma parte del grupo de apoyo a la dirección de Plena Inclusión -la confederación española de asociaciones de personas con discapacidad-, una mesa de trabajo para tomar la medida a las demandas de los ciudadanos con diversidad funcional y realizar propuestas a las administraciones, cuyo último logro ha sido el derecho al voto de las personas legalmente incapacitadas. Esta actividad lo lleva a viajar a Madrid con frecuencia, la última vez este mismo martes para hablar precisamente de empleo, y le ha permitido conocer Roma o Bruselas.