Distinguido y acreditado por su faceta de arquitecto, Antonio Palacios escondía otras aficiones artísticas desconocidas. Precisamente, su Concello natal, el de Porriño, ha decidido hacer pública, con una exposición y la edición de un libro, esa otra gran destreza del artista y que supone un legado inédito e importante que confirma la faceta de pintor de Palacios que en su momento muchos críticos negaron, ya no solo de elementos arquitectónicos, propios de su profesión, sino de figuras humanas y animales y de escenas costumbristas.

La muestra "Debuxos e pinturas do arquitecto Antonio Palacios" está compuesta por más de un centenar de bocetos, dibujos, apuntes y pinturas y permanecerá abierta al público en el centro cultural hasta el 28 de este mes, día en que se presente el libro, "Antonio Palacios, unha viaxe por Galicia", en el que se recopilan todos esos trabajos.

De ello también habla en su tesis el historiador y miembro del Instituto de Estudios Vigueses, José Ramón Iglesias, sintetizada en el libro "Arquitectura rexionalista galega. Antonio Palacios, Gómez Román e outros" que se presenta hoy, a las 20.00 horas, en el centro cultural de Porriño. Iglesias, profesor jubilado del IES Pino Manso, destaca "la importancia extraordinaria" del material recuperado por el Concello de Porriño en una gestión con la familia de Palacios y su apuesta a la hora de hacerlo público y darlo a conocer a todos los vecinos, mediante una exposición y la edición de un libro. "Lo más interesante a nivel historiográfico son los cuadernos de campo que muestran los bocetos y apuntes totalmente inéditos que el arquitecto realizó en sus viajes por la geografía gallega, española y portuguesa".

Hasta la recuperación de esta docena de libretas "solo teníamos conocimiento de esta activad por los artículos que Palacios publicó y por el testimonio de alguno de sus amigos como Valentín Paz Andrade", puntualiza el historiador. Estos cuadernos dan constancia de la visita a numerosas iglesias, monasterios, catedrales, castillos y piezas de la arquitectura popular de las que anota medidas, traza plantas, bosqueja alzados y dibuja elementos decorativos y soluciones constructivas.

La exposición también incorpora dibujos de figura humana y animal, así como escenas costumbristas, "lo que permite apreciar el interés que Palacios sintió por la pintura, actividad que practicó en la esfera de lo privado, como lo ratifican los cuadros depositados en el Museo de Pontevedra, monasterio de Poio y colecciones particulares. Esa inclinación, lo llevó a participar en la promoción de una plástica regionalista al integrarse en la organización de exposiciones colectivas "Arte Gallego" entre 1912 y 1928".