Los votos del Partido Popular y PSdeG-PSOE impidieron ayer en el pleno de Salceda que el gobierno pague un total de 1400 facturas pendientes de 2017 y 2018 que suponen casi un millón de euros.

Estos pagos por obras y servicios realizados al Concello de Salceda no contaban con partida presupuestaria, ya que el Concello se ampara en un presupuesto prorrogado y además, según las explicaciones de concejal de Hacienda, Loli Castiñeira, han tenido que atenderse numerosos imprevistos derivados de los incendios, las ciclogénesis de 2017 o el aumento de horas del Servicio de Ayuda en el Hogar.

Durante la sesión, tanto PP como PSdeG-PSOE, a los que el alcalde, Marcos Besada, acusó de unirse para evitar que se paguen esas facturas y bloquear el Concello, aseguraron que la cantidad a pagar era muy elevada, ya que el reconocimiento de pagos -técnicamente se denomina Reconocimiento Extrajudicial de Créditos- está contemplado para cantidades muy inferiores, de hecho el portavoz económico del PP, Joaquín Núñez Troncoso, aseguró que su grupo había apoyado reconocimientos de este tipo con cantidades asumibles pero no las que pueden poner en riesgo las cuentas del Concello. Este edil aventuró que si el reconocimiento aprobado ayer llegaba a un millón, "en 2020 será superior" y acusó al gobierno local de una nefasta gestión económica.

Antes de entrar en el fondo de la cuestión la portavoz socialista, Verónica Tourón, pidió que el tema quedase sobre la mesa o que se separase de la cantidad a pagar los importes correspondientes al Servicio de Ayuda a Domicilio, ya que si no se paga, se perderá la subvención para el mismo. El alcalde leyó un informe y evitó que se votase la petición socialista. Además Besada informó de que el Concello podía hacer frente a este pago sin poner en riesgo la tesorería municipal, que más que duplica la cantidad a abonar.

Al pleno acudió como público un nutrido grupo de trabajadores municipales que exigen un convenio colectivo. El grupo siguió muy atento las intervenciones de la oposición, llegando a aplaudir a algunas de ellas. Mientras que guardaban silencio en las intervenciones del PP, sus toses y ruidos impidieron en algún momento escuchar al gobierno local, ya que el sistema de megafonía no funcionaba.