La teniente de alcalde de Baiona no formará parte de la lista electoral del PP tras doce años en el gobierno local. A apenas tres meses de las municipales, María Iglesias confirma su renuncia por "diferencias" con el alcalde, Ángel Rodal, aunque prevé seguir al frente de sus cargos hasta finalizar el mandato. Las discrepancias se producen desde hace aproximadamente un año, asegura la también edil de Cultura y Medio Ambiente baionesa, pero "la gota que ha colmado el vaso" y la ha llevado a tomar la decisión fue la anulación de la charla de Fernando Sánchez Dragó. Ella la había programado en el marco del ciclo de conferencias de la Festa da Arribada y el regidor la canceló ante la presión social suscitada por las polémicas declaraciones del escritor sobre sus relaciones sexuales con menores, la violencia de género o el feminismo.

La controversia provocó la entrada en escena de Vox. La formación de ultraderecha, con la que simpatiza el escritor, trasladó su apoyo a la teniente de alcalde tras lo ocurrido, admiten el presidente de su gestora en Pontevedra, Andrés Álvarez, y la propia Iglesias. Pero el contacto no ha pasado de ahí, según recalca el representante provincial del partido de Santiago Abascal, que niega haber propuesto a la baionesa encabezar una candidatura bajo sus siglas.

El plante de Iglesias agudiza la crisis del PP baionés, que perdió la mayoría en la Corporación al abandonar sus filas la edil Beatriz González y marcharse a la oposición y que sufrió otra baja hace solo dos semanas. La de Carmen Paredes, que dimitió y será sustituida en breve por la siguiente en la lista, Natalia Figueroa.

María Iglesias inició su andadura en el PP como militante en 2005. Enseguida se convirtió en un peso pesado de la agrupación local, ocupando el cuarto puesto de la candidatura en 2007 a las órdenes del exalcalde y conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña. Accedió aquel año a la Corporación municipal y desde entonces ha sido responsable de importantes áreas de gestión municipal. En las dos últimas citas con las urnas fue la número tres de la lista, por detrás el actual alcalde. La marcha de Almuiña a Santiago y el ascenso de Rodal a regidor la dejó en el segundo puesto y todo apuntaba a que lo ocuparía también en esta candidatura. Ahora su futuro político es una incógnita que rechaza despejar por el momento. "Mi interés ahora es seguir esforzándome para que el gobierno cumpla con sus objetivos hasta el final del mandato", recalca.