Pese a aprobarse en noviembre de forma inicial por importe de 8,8 millones de euros, los presupuestos municipales de Baiona quedaron ayer definitivamente relegados a un cajón. La oposición los echó abajo en un pleno al que el gobierno del PP acudió más tocado que nunca, con tan solo siete de sus ocho ediles, en minoría en una Corporación de diecisiete. La dimisión hace cuatro días de la ya exconcejala de Bienestar Social, Igualdade y Comercio, Carmen Paredes, dejó su asiento vacío a la espera de que la sustituya la siguiente en la lista electoral popular, Natalia Figueroa. Por lo que fue decisiva después de que los populares perdiesen la mayoría en octubre al marcharse la edil Beatriz González a la bancada contraria, coincidiendo con las pretensiones del alcalde, Ángel Rodal, de anular la plaza de funcionaria de su hermana, responsable de comunicación del Ayuntamiento. Decisión por la que fue juzgado el jueves por presunta vulneración de los derechos fundamentales de la trabajadora y se encuentra a la espera de sentencia.

Pero no fue la inferioridad numérica de los populares la clave en el resultado de la votación ayer, sino el cambio de postura de dos grupos de la oposición. El PSOE, que en el anterior debate presupuestario había abandonado la sala a la hora de votar en solidaridad con Beatriz González -recusada por el alcalde por "intereses personales", para evitar que participase en unas cuentas que afectaban al futuro laboral de su hermana-, sí emitió su voto en contra en esta ocasión, mientras que la citada concejala, que esta vez no había sido vetada, optó por ausentarse igualmente. El portavoz socialista, Carlos Gómez Prado, insistió en que "non hai iniciativas de vivenda, transporte, creación de emprego e de empresas".

Y el BNG, que se había abstenido en noviembre tras aceptar el PP sus enmiendas, rechazó las cuentas esta vez. IU mantuvo su voto en contra de los presupuestos, que el gobierno había presentado modificadas respecto a las aprobadas inicialmente. Rodal decidió en enero echarse atrás y dejar sin efecto la amortización del puesto de la familiar de la concejala que dejó a su equipo en minoría precisamente por el proceso judicial abierto. De manera que el portavoz nacionalista, Iago Pereira, justificó su rechazo por "posibles problemas xurídicos" en el caso de aprobarse "un documento que non é o mesmo que se aprobou en novembro e que estivo a exposición pública". En este sentido, el edil del Bloque instó a los populares a dejar el asunto sobre la mesa y abrir un proceso de negociación para elaborar un proyecto económico de consenso que gestione el gobierno que salga de las elecciones de mayo. Por su parte, la portavoz popular, María Iglesias, le propuso volver a exponer el documento públicamente para obtener su respaldo, pero no hubo acuerdo.

El alcalde, por su parte, achacó el cambio de opinión de socialistas y nacionalistas a la proximidad de las elecciones y lamentó que su decisión "dará al traste con subvenciones" a colectivos sociales y clubes deportivos. Afirmación que rebatieron los portavoces de la oposición al existir la posibilidad de desviar partidas en el presupuesto de 2018 prorrogado. "Aquí no se paraliza nada por no aprobar el presupuesto porque las inversiones tan solo sumaban 150.000 euros", recalcó el portavoz de IU, Silvano Montes.