"La seguridad en el instituto Primeiro de Marzo está garantizada". Así lo aseguró ayer el alcalde de Baiona, Ángel Rodal, tras mantener una reunión urgente en la Delegación de la Xunta en Pontevedra con el jefe territorial de la Consellería de Educación, César Pérez Ares, y con técnicos del departamento autonómico para aclarar los detalles del estado del edificio y los trabajos que se están llevando a cabo ante la alarma generada entre las familias tras los efectos de la borrasca Helena sobre la cubierta.

Las fuertes rachas de viento levantaron el viernes parte del tejado y las chapas salieron volando a media mañana, de manera que las fuerzas de seguridad montaron un operativo para escoltar a los alumnos uno por uno a la hora de salir para evitar accidentes. La Consellería de Educación inició el lunes la reparación de los desperfectos, pero sus técnicos consideran que el resto de la cubierta se encuentra en buen estado, por lo que no es necesario sustituirla al completo.

No obstante, fuentes de la dirección del instituto y representantes de la Asociación de Nais e Pais Balcaxia advirtieron el martes de los "graves riscos de accidente" que genera el estado de la cubierta tras treinta años expuesta a la acción del salitre. Según indicaron profesores del centro, las chapas que los operarios retiran en la zona dañada muestran signos de corrosión, al igual que los canalones y bajantes, que se encuentran "totalmente oxidados" y el revestimiento de la fachada, que filtra el agua al interior provocando humedades y problemas en la instalación eléctrica. Los docentes indicaron asimismo, que la consellería y el Concello conocen la situación del exterior del edificio desde el pasado abril, cuando se reclamó la intervención tras caer cascotes de una parte del inmueble dejando inutilizada una zona del patio hasta la actualidad. Indicaron además que el presupuesto del proyecto de mejora integral ascendía a 80.000 euros, aunque finalmente la Xunta solo había accedido a reparar una parte del edificio e inició las obras en diciembre.

Rodal negó ayer ser conocedor del asunto, por eso decidió desplazarse a Pontevedra para enterarse al detalle. "Aunque las competencias del mantenimiento de los centros de secundaria no corresponden al Ayuntamiento, como alcalde tengo que garantizar la seguridad", recalcó. El regidor lanzó un mensaje de tranquilidad a las familias e insistió en que la dirección del centro había solicitado la reparación de la fachada, no de la cubierta. De todas formas, solicitó a los técnicos de la Consellería que acudan al instituto para informar directamente de los trabajos que se llevan a cabo.