La decisión de la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade de utilizar la Estación Depuradora de Augas Residuais (EDAR) de Baiona para resolver los problemas de las polémicas minidepuradoras de Oia genera malestar en el Concello de Baiona. Su gobierno municipal se opone frontalmente a que la colaboración con el municipio vecino en materia de saneamiento se extienda más allá del barrio que linda con su territorio, en la parroquia de Mougás, y su alcalde, Ángel Rodal, mostraba ayer su rechazo a la medida. "Una cosa es conectar unas cuantas casas de As Mariñas y otra cosa es traer aquí más desechos, no lo vamos a permitir", manifestó rotundo.

Hace ya un año y medio que Augas de Galicia anunció la futura conexión de As Mariñas con la depuradora de Cabo Silleiro. El gobierno baionés respaldó el proyecto que ya dispone de una partida presupuestaria este año de 319.026 euros. Rodal estaba dispuesto a que las viviendas de dicho barrio, en el que se ubica el hotel balneario Talaso Atlántico, vertiesen a la EDAR baionesa, dimensionada para una población máxima de 30.000 habitantes, porque no trastocaría su funcionamiento.

Pero en aquel momento el alcalde ya advertía de su oposición a añadir a la instalación un mayor flujo de fecales procedentes del municipio vecino.

Todo apunta a que así será porque el organismo y el Concello de Oia han llegado a un acuerdo fundamentado en los criterios de los técnicos autonómicos, que consideran que la solución a los continuos desbordamientos de las polémicas minidepuradoras instaladas a lo largo de la costa oiense pasa por retirar los lodos que generan y llevarlos a tratar en camiones a la instalación de Cabo Silleiro. Dichos residuos regresan a la red y provocan los constantes atascos que acaban por causar los vertidos de fecales sin tratar al mar e incluso en el propio entorno urbano, generando hedores y molestias a los vecinos.

Rodal no ha recibido notificación alguna por parte del Ejecutivo gallego, gobernado por su propio partido, y ha comunicado su malestar a la consellería de Ethel Vázquez. Considera que "no tiene sentido ahora verter esos lodos en la EDAR de Baiona" e incluso asegura que "la normativa no lo permite" porque "no está homologada para tratar los residuos de las fosas sépticas".

Aunque es consciente de que el Ayuntamiento no tiene competencia sobre el funcionamiento de la EDAR, puesto que la de Cabo Silleiro es una de las únicas 29 de Galicia que gestiona directamente la Xunta a través de una concesión a una empresa, el alcalde tratará de evitar que los lodos de Oia se depuren en Cabo Silleiro.