Aunque la parroquia de A Graña, en el Concello de Covelo, registra un centenar de vecinos censados, a diario solo viven en el pueblo once personas. Cuatro de ellos son ganaderos y tienen, entre todos, algo más de un ciento de cabezas de ganado; sobre todo vacas, pero también caballos y cabras. Aseguran que su profesión, "que contribuye a mantener limpio el monte para evitar incendios", está en peligro y culpan de su poco futuro a la falta de apoyo de la Comunidad de Montes San Bernabé de A Graña. "Las subvenciones que recibe para mantener el monte limpio las destinan a limpiar siempre en la misma zona, de modo que gran parte del monte comunal, que es grandísimo, es inaccesible para las vacas y para cualquiera", lamenta Efraín Rivera, uno de los ganaderos.

Los ganaderos piden a la comunidad de montes que destine parte de los fondos que recibe, por albergar en sus terrenos 16 molinos eólicos y medio, a cerrar el monte para que el ganado no escape. "Pedimos que cierren el monte para que el ganado pueda andar suelto sin que se escape a las fincas de los vecinos e incluso al municipio ourensano de Avión", explica José Domínguez.

El presidente de la comunidad de montes, Modesto Cendón, de 81 años, dejará el cargo en agosto y asegura que la entidad que preside siempre ha querido colaborar con los ganaderos, y además de pedir subvenciones para limpiar el monte, ha tramitado ayudas para contar con dos pastizales y para cerrar parte del monte. "Un trozo ya está cerrado, y se solicitó una ayuda para cerrar otra parte, sin embargo, el ganado podría salir igual por la zona en la que lindamos con Fornelos de Montes, porque los límites están por decidirse judicialmente y ahí no podemos cerrar", explica Modesto.

Respecto al desbroce del monte, el presidente asegura que la comunidad de montes deja en manos de los ganaderos la decisión de qué zona limpiar, "pero no se entienden entre ellos", asegura.

Tres de los comuneros aseguran que siempre se desbroza la misma zona y lo demás sigue lleno de" toxos". "El monte incluye dos vaguadas y zonas de muchas piedras en las que ninguna empresa acepta utilizar su maquinaria" ,relata el presidente.

Albergar esos 16 molinos eólicos y medio le reporta a la comunidad de montes de A Graña, periódicamente, más de 40.000 euros, sin embargo, gran parte de esos ingresos son para pagar la hipoteca de la "casa social" de la parroquia que se inauguró en 2010 y costó 800.000 euros. Actualmente permanece cerrada, después de que la adjudicataria de su cafetería renunciara.