Aunque la alcaldesa apuesta por una EDAR exclusiva para Oia como solución definitiva al problema, Augas no la contempla por el momento dada la elevada inversión que requeriría. Sus técnicos consideran que la retirada de lodos de la red resolverá de una vez por todas las averías y ahorrará muchos miles de euros al Ayuntamiento.

Y es que, según los cálculos de Correa, el gasto anual en la conservación y reparación de las minidepuradoras ronda los 70.000 euros, una cantidad que considera "inasumible" para un ayuntamiento con un presupuesto de 1,5 millones. A esos costes fijos hay que sumar las inversiones que se han realizado para tratar de mejorar el funcionamiento de la red. Recientemente, la Corporación ha aprobado destinar 80.000 euros del ahorro municipal a este fin. En breve se empleará la mitad de esa cantidad en obras para mejorar un tramo de tubería en Viladesuso y colocar un sistema de aviso de averías vía mensaje telefónico. La cifra restante se invertirá más adelante, apunta Correa.