El castro de Chandebrito es más antiguo de lo que se creía. Unos 300 años más, según indican las piezas cerámicas halladas en los últimos días en la excavación que promueven la comunidad de montes y la asociación de vecinos de la parroquia nigranesa y que lleva a cabo la cooperativa Árbore Arqueoloxía. Sus investigadores, dirigidos por Darío Peña, apuntan a que el asentamiento se originó en torno al siglo VIII antes de Cristo, a finales de la Edad del Bronce, en los inicios de la cultura castrexa que se expandiría por toda Galicia tres siglos más tarde con la construcción de la mayoría de los asentamientos conocidos.

Una semana de excavación ha sido suficiente para llegar a esa conclusión, ya que bajo la tierra retirada en un recinto de apenas cinco metros cuadrados han aparecido una docena de restos cerámicos de diversas épocas. Sus distintas formas de elaboración -más rudimentaria a mano o más técnica con torno- y su decoración diversa demuestran que allí vivieron personas a lo largo de 600 años, creen los arqueólogos. "Igual que a roupa nos mostra a evolución da moda, aquí a cerámica e as súas tendencias amósannos que o castro estivo ocupado en distintas épocas, dun xeito prolongado no tempo", afirma Benito Vilas, uno de los investigadores del proyecto que comuneros y vecinos desarrollan en busca de una alternativa de uso cultural y turístico para el monte que arrasaron los incendios de 2017.

Se trata de una iniciativa, presupuestada en 38.816 euros, que cuenta con una subvención de 7.200 del plan social de la compañía Ence para la primera fase, que pretende terminar el trabajo iniciado hace una década, cuando se puso en marcha la primera excavación del castro y se cerró en falso por falta de fondos. Aquella primera investigación fijaba el origen del asentamiento en el siglo V antes de Cristo. Afirmaba que había llegado a albergar 50 viviendas repartidas en tres alturas que suman 3, 5 hectáreas de superficie, con sus correspondientes murallas de fortificación, y que sus habitantes mantenían contactos comerciales con pueblos del Mediterráneo, ya que se halló un collar de vidrio propio de aquellas culturas.

Un asa de ánfora localizada ahora confirma estas importaciones, pero el surtido de piezas que han salido a la luz "envejecen" el poblado tres siglos. La excavación continuará quince días en busca de nuevos hallazgos que permitan conocer más detalles de la vida de los castrexos nigraneses.

Después llegará la segunda fase del proyecto, que se centrará en la musealización y divulgación de la ciudadela con la zona excavada al descubierto para las visitas. Para esta parte de los trabajos, la comunidad de montes espera conseguir financiación de la Xunta, la Diputación y Abanca.