Los conductores que circulan a diario por la carretera PO-400, en Arbo, y deben desviarse a las vías municipales en dirección a O Couto, en el margen izquierdo, o A Vila, en el lateral derecho, ya pueden hacerlo sin correr riesgos de accidente. Una rotonda ha solucionado la falta de visibilidad en la intersección existente hasta ahora, que obligaba a los conductores a invadir el sentido contrario sin tener la seguridad, al girar, de que otro vehículo se estaba acercando. La complejidad de esta intersección no acababa ahí, también los conductores procedentes de A Vila asumían riesgos al volante que, ahora, se han solucionado con la construcción de una semiglorieta.

Las dos infraestructuras viarias fueron construidas con una inversión de 180.000 euros financiados por la Consellería de Mobilidade. La conselleira del ramo, Ethel Vázquez, visitó ayer Arbo para comprobar el resultado, acompañada del delegado provincial, José Manuel Cores Tourís; el alcalde de Arbo, Horacio Gil; y la teniente alcalde, Salomé Troncoso, entre otros.

El proyecto incluyó también el acondicionamiento de dos paradas de autobús con un pequeño tramo de acera, la señalización de un paso de cebra y la instalación de alumbrado. Además, se complementó la actuación con drenaje y señalización.

El proyecto de actuación en esta carretera autonómica incluyó también obras de mejora del firme en antiguos tramos de la vía, a su paso por el municipio de Crecente, que siguen siendo usados por los vecinos porque dan acceso a núcleos de población, a viviendas o fincas.

Además, Ethel Vázquez recordó que la Xunta también licitó recientemente un contrato que, entre otras actuaciones, recoge el refuerzo del firme localizado en esta carretera a su paso por Salvaterra de Miño, en un tramo de algo más de 3 kilómetros. En su conjunto, ese contrato licitado prevé mejoras en un total de cinco carreteras de la comarca de Condado-Paradanta por un importe de 705.000 euros, actuaciones todas ellas previstas en este mismo año.