Amelia Tiganus, activista de Feminicidio.net, víctima durante cinco años del tráfico de personas y explotación sexual en España, ofreció ayer una conferencia en Redondela titulada "Prostitución y trata: violencia sexual". El acto, organizado por la Asamblea Feminista Paxaretas, consiguió llenar el Multiusos de A Xunqueira.

-¿Cree posible acabar con la trata de mujeres?

-Los estudios sitúan a la trata de mujeres entre las tres actividades ilícitas más importantes en el mundo junto al tráfico de armas y de drogas, y España es el primer país de Europa consumidor de prostitución. Es imposible saber cuántas mujeres se dedican a la prostitución; unos dicen que 15.000 y otros que 100.000, pero lo que está claro es que las carreteras están plagadas de prostíbulos, auténticos "campos de concentración" de mujeres. Es importante que la sociedad se conciencie de este problema, deje de mirar hacia otro lado y reclame que esto cambie. Las activistas abolicionistas creemos que un mundo sin prostitución es posible desde la liberación de la mujer del yugo de una sociedad patriarcal y con políticas de apoyo.

-Quizás la elevada cantidad de dinero que mueve la prostitución sea uno de los principales obstáculos para acabar con este problema.

-Está claro que es un negocio con un enorme poder económico y con muchos intereses. Solo en España mueve diez millones de euros al día y el beneficio que genera se contabiliza dentro del Producto Interior Bruto. Hay que crear una ley contra la trata que proteja y ampare a las mujeres, y también hay que perseguir el proxenetismo en todas sus formas.

-¿Y el cliente?

-Por supuesto que hay que cuestionar el papel del cliente porque son los que sostienen toda la estructura prostituyente. Y cada vez hay más jóvenes que demandan prostitución porque lo ven como parte del ocio y diversión. En este sentido es muy importante la educación para cambiar la situación y hay que empezar a introducir una materia en la escuela adaptada a las edades sobre educación afectiva y sexual.