La Protectora de Animais Aloia de Tui le ha concedido una segunda oportunidad a Dina, una perra de raza pequeña a la que rescataron del balcón de un apartamento localizado en una céntrica calle de Tui donde llevaba, al menos, diez días encerrada sin comer ni beber. Después de un mes intentando liberar al animal, que llegó a convivir en el mismo espacio con el cadáver de otro can, por fin este pasado domingo la protectora tudense, con la colaboración de la Policía Local, pudo salvar a Dina, que ahora se encuentra en una casa de acogida.

Los miembros de la Protectora de Animais Aloia tuvieron conocimiento de las condiciones insalubres en las que se encontraba el can a principios de noviembre, cuando una vecina del edificio de donde fue rescatado les informó del estado en el que convivían dos perros (uno de ellos ya fallecido), rodeados de sus propios excrementos y sin alimento ni bebida. En ese momento la Protectora de Animais Aloia denunció los hechos al Seprona, aunque, tal y como aseguran, no obtuvieron respuesta.

A partir de ahí, para intentar liberar a Dina, se pusieron en contacto con un abogado, Alberto de Salazar, a quien le agradecen su apoyo incondicional, al igual que a Andrea, la vecina que los mantuvo informados en todo momento; no obstante, no fue hasta el domingo cuando pudieron rescatar al animal. La gota que colmó el vaso fue una nueva foto enviada por Andrea a la protectora Aloia sobre el estado de Dina, que ya apenas salía de su caseta. "Sospechábamos que ya no había nadie viviendo en el piso y que habían abandonado allí a la perra", explica Ana, miembro de la Protectora de Animais Aloia. Trasladaron sus sospechas a la Policía Local de Tui, que pudo confirmar que el apartamento llevaba diez días deshabitado. Los inquilinos se habían ido del piso que habían alquilado sin devolver las llaves al propietario y dejando a Dina abandonada en el balcón.

Finalmente, la Policía localizó al inquilino, que se justificó diciendo que había dejado a la perra porque pensaba que su expareja la iba a ir a buscar. Fue este mismo, el dueño del animal, quien abrió la puerta del piso a la Policía Local y a la Protectora de Animais Aloia, quienes, por fin, pudieron hacerse cargo del can, bautizándolo con el nombre de Dina. La perra está ahora en una casa de acogida y busca un nuevo hogar en el que le den todos los cuidados, cariños y atenciones de los que la han privado estos meses. El teléfono de contacto de la protectora es el 675.696.178.