Ha pasado casi un año desde que la cubierta del ala norte del monasterio de Oia se derrumbó parcialmente y la propiedad, la sociedad Kaleido Ideas & Logistics, se prepara para iniciar la quinta intervención de conservación del monumento arquitectónico del siglo XII cuando se cumplen catorce años desde que lo adquirió para desarrollar un complejo turístico con hotel, centro de talasoterapia y urbanización residencial. Aunque incluye trabajos para frenar el deterioro y evitar nuevos desprendimientos en diversas partes del único cenobio cisterciense junto al mar de Europa, declarado Bien de Interés Cultural en 1931, la actuación programada se centra en el tejado colapsado, que será sustituido ya por el definitivo que coronará en el edificio cuando al fin sea restaurado.

Los trabajos arrancarán en cuanto la sociedad obtenga la licencia municipal, pendiente únicamente de la autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio. Tanto el Concello de Oia como el organismo de la Xunta indican que los trámites están a punto de finalizar para otorgar los permisos. Así que la sociedad espera ponerlas en marcha antes de que finalice el año, siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan.

La principal actuación prevista se enmarca en el ala norte, cuyo tejado se desmoronó parcialmente el pasado diciembre. Allí se actuará en dos fases, según explica la firma propietaria. Primero se impermeabilizarán los muros para evitar filtraciones de agua y se reforzará el suelo que quedó a la intemperie. A continuación, se colocará la cubierta definitiva.

En el ala sur y el claustro, se realizarán reparaciones puntuales en los tejados y tareas específicas de mantenimiento. Los muros perimetrales también albergarán obras de conservación y se limpiará la vegetación del más próximo al antiguo acueducto.

Se trata de una nueva iniciativa "que refrenda el compromiso de la conservación del monasterio desde el momento de su adquisición en noviembre de 2004", señalan fuentes de la propiedad, que insisten en que "a lo largo d estos años se han realizado complejas actuaciones, todas con el asesoramiento de un grupo de expertos en la materia". Un argumento que la sociedad defiende frente a las acusaciones de incumplimiento del deber de conservación que obliga la Lei do Patrimonio de Galicia por parte de la plataforma vecinal SOS Mosteiro, que reclama la Xunta la expropiación del inmueble y que incluso logró que la Corporación apoyase su propuesta por unanimidad.

La primera de dichas intervenciones, señala la firma, se puso en marcha en 2005, poco después de la compra del inmueble. Se consolidaron y apuntalaron las fachadas, se desescombraron varias zonas con los tejados colapsados y se colocaron cubiertas provisionales que siguen protegiendo actualmente la construcción. La compañía invirtió más de 200.000 euros en aquella ocasión.

Entre 2009 y 2010, se repuso el tejado del frente marítimo y su muro perimetral, mientras que en 2016, se colocó otro tramo de la cubierta del ala sur. Tras el desplome del año pasado, la empresa retiró la totalidad de la techumbre dañada y realizó una limpieza con tareas de mantenimiento del muro de contención más próximo al mar.