Aunque la crisis que enfrentó en Baiona a la mayoría de los percebeiros con la dirección de la Cofradía durante más de un año parece superada, sus efectos volvieron ayer a la actualidad en los tribunales de Vigo. El Juzgado de lo Contencioso Número 2 de la ciudad albergó el primero de una escalada de juicios contra la Consellería do Mar por más de cincuenta multas impuestas a mariscadores a flote por faenar a pie desde los últimos meses de 2016. Los expeditados, más de una treintena, han recurrido todas y cada una de las sanciones por las mismas razones que se levantaron en pie de guerra contra la patrona mayor y el cabildo. Porque insisten en que si las condiciones meteorológicas son desfavorables, la ley los avala para trabajar por tierra y evitar poner en riesgo sus vidas a bordo de las embarcaciones.

La oleada de denuncias del Servicio de Gardacostas de la Consellería do Mar arrancó en el otoño de 2016. Comenzaba a aplicarse por primera vez en décadas la normativa que prohíbe a los percebeiros enrolados en barcos extraer el crustáceo a pie y a los que habitualmente trabajan por tierra hacerlo embarcados, cuando hasta entonces existía un acuerdo tácito para que los de a flote se la saltasen en caso de que el estado de la mar y del viento fuese desfavorable. Los expedientes generaron tensión y hasta la Guardia Civil tuvo que custodiar la subasta en la lonja.

Valedora do Pobo

Pero lejos de calmarse el conflicto, prosiguieron las intervenciones de los guardacostas autonómicos. La más sonada fue la del 29 de noviembre, cuando los efectivos requisaron en torno a 50 kilos de percebe a 15 mariscadores. La Consellería archivó este verano aquel expediente por requerimiento de la Valedora do Pobo ante la demora en la resolución, pero no ha devuelto las pérdidas por la mercancía decomisada y los afectados le exigen que lo haga a través un recurso de reclamación patrimonial presentado en los tribunales, cuya vista sigue pendiente de fecha.

Hubo más procedimientos sancionadores y los percebeiros afrontan multas que oscilan entre los 150 euros y los 1.800, según explicó ayer el abogado de la Asociación de Profesionales Autónomos del Mar (Aproamar), Alberto Muñoz, que los representa. Los motivos que la Xunta aduce para imponer las sanciones son dos: incumplimiento del plan de explotación de la Cofradía y extracción a pie sin el debido permiso. Esta variación de supuestos de infracción para calificar los mismos hechos, que según el letrado se repiten en todos los casos, "es incongruente y denunciable", señala. "Se trata a unos sancionados como infractores y a otros como furtivos y eso es inadmisible", recalca.

863 euros

El juicio que ayer quedó visto para sentencia se produjo a raíz del recurso de un patrón de una embarcación percebeira contra la multa de 863 euros que la Consellería do Mar le impuso tras una denuncia del Servizo de Gardacostas por "extracción de percebe a pie sin tener título administrativo habilitante" el 23 de agosto de 2017. El atestado de los agentes indica que "el denunciado tiene permiso para faenar a flote pero captura percebe a pie sin que consten condiciones meteorológicas adversas".

Medio centenar de percebeiros se presentaron para apoyar al demandante, aunque el límite del aforo solo permitió entrar a un grupo de ellos. Acudieron el propio promotor de la denuncia, el funcionario de la Consellería do Mar que instruyó el expediente, el coordinador del Servizo de Gardacostas, que declaró que aquel día el tiempo permitía faenar a flote, y dos testigos llamados por la parte demandante: otro mariscador a flote y un capitán de la marina mercante perito de aseguradoras, que realizó un informe que sostiene que ese día había olas de 1,5 metros y que la decisión de saltar a tierra para trabajar del sancionado fue acertada.

En los próximos meses se sucederán en las salas judiciales de lo Contencioso Administrativo una serie de vistas similares a la de ayer. Concretamente, para el 20 de diciembre están fijadas una veintena, aunque el abogado vaticina que se agruparán para evitar reiteraciones y demoras en los procesos.