Representantes de las cuatro comunidades de usuarios de agua de Casal-Tameiga, Monte Baxiña, Sanguiñeda y Petelos-Tameiga, junto con tres particulares titulares de captaciones individuales, afectadas por el centro comercial que el Celta de Vigo proyecta en Mos aseguraron ayer que "no se negaron a hablar ni con el Concello de Mos ni con los técnicos del Celta", señalan en un comunicado conjunto. Tanto es así, que indican que el 9 de julio mantuvieron una reunión en la que tanto la alcaldesa como el concejal Camilo Augusto se dedicaron a abroncar a los representantes de las comunidades de usuarios por rechazar un proyecto que ellos consideran tan importante, llegando incluso a amenazar a la Comunidad de Monte Baixiña por no ter su concesión legalizada". En este sentido, dicha comunidad asegura que "tiene la documentación presentada para su legalización en la Confederación Hidrográfica do Miño Sil desde hace más de un año".

Por otra parte, aseguran que mantuvieron una segunda reunión, el 17 de julio, con técnicos del Celta en la que estos "reconocieron que el área comercial proyectada no la tienen en absoluto definida, por lo que es imposible que puedan esbozar las posibles afecciones que tales obras provocarán sobre los manantiales de agua existentes en los montes de Tameiga y Pereiras, que abastecen a varios miles de viviendas".

Además, estas cuatro comunidades manifestaron en sus escritos de oposición al proyecto que "en el documento de modificación puntual del PXOM se tenía que reflejar todas las instalaciones de sus captaciones, y no solo las de la Comunidad de Monte Baixiña".