Ya no existen paradas de la línea 7 del transporte urbano de Vigo que abrieron la polémica en Gondomar la pasada semana. La concesionaria del servicio, Vitrasa, las había habilitado en Zamáns el pasado lunes, día 5, como parte de una nueva ampliación de la ruta desde el Alto de A Garrida y el alcalde, Francisco Ferreira, las vendió como logro suyo para el municipio, a través de un comunicado público, situándolas en Vincios. Pero dicha prolongación del recorrido que acercaba los buses a unos doscientos metros de la frontera de ambos ayuntamientos ha durado solo siete días y ayer mismo fue suprimida por parte de la compañía.

Carteles informaban de la anulación ayer en las propias paradas, y los usuarios fueron avisados también por parte de los conductores y de la web de Vitrasa el fin de semana. Se desconocen por el momento los motivos de la decisión de la compañía, que ayer declinó explicarlos.

Lo que ha quedado claro es que el bus urbano de Vigo nunca salió del término municipal vigués. No solo porque lo confirman los mapas, sino porque lo aseguraron tanto desde la empresa como desde el Concello de Vigo.

El asunto desató ayer la indignación de los integrantes de la Asemblea Veciñal por un Transporte Digno para Gondomar, a los que el regidor había comunicado la llegada de Vitrasa al municipio en una reunión el sábado 3 de noviembre. "Non sabemos con que fin nos fixo o alcalde este anuncio, que o único que fai é frustrar mais á xente que ten un verdadeiro problema co transporte público e causar indignación", manifestó ayer su portavoz, Manuela Rodríguez. El colectivo exige explicaciones públicas al regidor sobre el tema y convoca una reunión urgente mañana a las 20.00 horas para abordarlo y para tomar medidas al respecto. La ubicación del encuentro se concretará hoy.

Una gestión de dos vecinos

La presidenta y candidata del PP de Gondomar a las municipales, Paula Bouzós, pidió ayer la dimisión del alcalde por "mentir tan descaradamente aos veciños". No solo porque el bus no llegó a Vincios como había dicho sino también porque, según aseguró la alcaldable popular, "Ferreira apropiouse sen escrúpulos dun logro de dous veciños da zona, Miguel Martínez e Eugenio Lorenzo, que se reuniron hai un mes coa concelleira de Vigo Ángeles Marra para solicitarlle unha parada na entrada do barrio da Fraga.