Lo que el jueves era imposible, ayer ya no lo era tanto. La presión del Erizana CF consiguió en cuestión de horas que los trámites burocráticos se relajasen para reabrir el campo de fútbol del Erizana de forma provisional tras dos largos meses de espera por parte de sus doscientos jugadores y familias , que llevan toda la temporada desplazándose a diario hasta Baredo, Nigrán u Oia para entrenarse o jugar partidos.

Su varita mágica para lograrlo fue mostrar su fuerza en una reunión con cerca de un centenar de socios y convocar una protesta para el lunes, así como movilizaciones paralelas como recogidas de firmas o reclamaciones masivas en el registro municipal. Y funcionó. Los tiras y aflojas entre el Concello y la Diputación se esfumaron y llegaron a un acuerdo para reabrir las instalaciones que la pasada noche estrenaba el equipo senior con un entrenamiento.

¿Cómo fue posible? El terreno de juego lleva más de un mes terminado, pero falta la pista de atletismo alrededor porque el material para pavimentarla no acaba de llegar. El campo es municipal y el Ayuntamiento promueve la obra por 245.569 euros, financiados a través de una subvención del organismo provincial. El gobierno local temía perder la ayuda si recepcionaba las obras parcialmente, algo que la Diputación no aceptaba porque la normativa obliga a hacerlo una vez terminadas. Pero, ante la insistencia de la directiva del club, el regidor solicitó una excepción a Pontevedra en varias ocasiones sin éxito.

La amenaza de protestas surtió su efecto y el gobierno provincial cambió de parecer enseguida. Ayer por la mañana envió un técnico que dio luz verde a la entrada provisional en el campo. No faltaron los reproches posteriores de una Administración a otra a través de comunicados. Pero lo importante para el Erizana y sus doscientos deportistas es que ya pueden volver a su campo, que el domingo acogerá el partido contra el Arcade a las 17.00, dado que el de Val de Martín se encuentra impracticable.