Unas 150 personas de distintos colectivos sociales, culturales y deportivos de Redondela participaron esta mañana en una concentración en la puerta de la sede de la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra con el objetivo de presionar al Ministerio de Fomento para que cumpla con todos los compromisos acordados de mejora de las infraestructuras de las parroquias de Chapela, Trasmañó y Cedeira, afectadas por la ampliación de la autopista AP-9 como contraprestación a los perjuicios causados. Los manifestantes desplegaron una gran pancarta con las principales reclamaciones de los afectados y gritos de "Chapela sigue en lucha".

El alcalde redondelano, Javier Bas, leyó durante la protesta el manifiesto con todas las actuaciones pendientes y que fue respaldado por 45 colectivos de todo el municipio. Desde que en el mes de mayo se llevó a cabo el último trámite administrativo previo a elevar el expediente al Consejo de Ministros, nada se sabe de la situación del proceso y la paciencia de los vecinos se agota al ver como pasan los meses sin que se inicien las obras. Entre las actuaciones acordadas se incluye la urbanización de la Estrada do Torreiro, Pasán, Camiño Mouriño, Fonte do Cornido y la ampliación del puente de Trasmañó, con una inversión prevista de 3,7 millones de euros.

A esta cantidad también hay que añadir otra partida para la instalación de pantallas contra el ruido y otras actuaciones para la reducción del impacto sonoro, estimada en 2,8 millones. Además, también se reclama la supresión inmediata del peaje de Rande y la presentación inmediata del estudio prometido sobre la viabilidad de la apertura de una salida en la AP-9 en la zona conocida como Torres de Padín en Chapela.

La protesta de hoy, promovida por el gobierno redondelano (PP) ha sido la primera desde el cambio de color político en el Gobierno central. Los responsables municipales advierten que seguirán con las movilizaciones si no tienen una respuesta a sus demandas.