Padres que lleva a sus hijos en coche a diario al CEIP Ramiro Sabell Mosquera, de Ponteareas, se quejan de la reciente eliminación de 14 plazas de aparcamiento, aproximadamente, en las inmediaciones de este colegio. Aseguran que la reducción de aparcamientos hasta ahora existentes les obliga a estacionar "hasta en la carretera del cementerio, en el arcén, y a que los niños caminen por la carretera" señala uno de los padres afectados.

Progenitores que llevan a sus hijos en coche consideran que "antes de eliminar estas plazas de aparcamiento, el Concello debería haber habilitado aparcamiento en la zona, porque son muchos los niños que van en coches particulares a clase y cuando llueva va a ser peor".

La dirección y el Anpa del CEIP Ramiro Sabell Mosquera, con el respaldo del consejo escolar, y también la empresa de autobuses, llevaban años reclamando medidas para regular la circulación de los vehículos en el acceso del colegio, a la hora de entrada y salida de los alumnos, por seguridad de los niños que caminan por ese tramo y para garantizar que los autobuses pudiesen avanzar sin dificultad para que los alumnos del transporte escolar lleguen a tiempo a clase. "El acceso es estrechito y al entrar los padres a dejar a los niños se formaban colas porque un coche entraba, otro salía, los autobuses no podían avanzar y no era seguro. Además, a veces era la hora de entrar y veíamos a un autobús en el acceso sin poder avanzar por los coches" explica José Antonio Da Cuña, director del colegio, quien explica que en pasados cursos la compañía de transporte dio parte de varias de estas incidencias al Servicio de Transportes en Pontevedra.

Para solucionar esta problemática el curso pasado se colocó una señal de tráfico para restringir el acceso a la carretera de entrada del colegio entre las 9.00 y las 9.45 horas y entre las 14.00 y las 14.45 horas. De ese modo, algunos padres entraban antes de esos tramos horarios y estacionaban en las diez plazas existentes para recoger a sus hijos. Sin embargo, otros incumplían la restricción y, por eso, las medidas son ahora más restrictivas: En el horario señalizado no podrá haber ningún vehículo en el tramo de acceso, ni circulando ni estacionado, excepto minusválidos, por lo que se eliminan esas 10 plazas de estacionamiento.

Además, en la calle Trovador Xoán García de Guillade, la Policía local se encarga de impedir con conos y cinta de balizamiento el estacionamiento en otras 4 plazas de aparcamiento para facilitar la maniobra de giro de los autobuses. "Eliminar esas plazas era totalmente innecesario, los autobuses giran perfectamente, como lo hacen tráilers en ese punto sin dificultad", señala un afectado.

La concejala de Tráfico y Seguridad, la socialista Vanesa Fernández, explica que estas medidas se tomaron "a petición tanto del centro escolar como de la empresa de autobuses" y añade que "tanto la directiva del centro como la empresa manifestó la falta de seguridad que había en el momento de la entrada y salida de los autobuses, motivo por lo que restringimos el estacionamiento en ese tramo para garantizar la serguridad del alumnado".

Tanto la edil como el alcalde, Xosé Represas, adelantan que "el gobierno estudia zonas que ofrezcan posibilidades de aparcamiento a las afueras del centro educativo".