La crisis de la piscina de A Ramallosa no da tregua. Lejos de que el paso de los días calme los ánimos, la falta de soluciones a las deficiencias del servicio desata cada vez más quejas y movilizaciones. Los usuarios saldrán mañana a la calle para exigir unas instalaciones en condiciones y que se cumpla el proyecto deportivo que obligan las cláusulas del concesión. Se concentrarán a las 19.00 ante el Concello de Gondomar, cuyo alcalde, Francisco Ferreira, preside la Mancomunidade do Val Miñor, titular del centro deportivo. Y llaman a la población de la comarca acudir para protestar por la "burla" que supuso su reapertura tras una "supuesta" reforma, con el gimnasio vacío y el programa de actividades casi reducido a la mitad.

Han pasado trece días desde que la piscina volvió a la actividad después de un mes cerrada por reformas -valoradas en 260.000 euros según la concesionaria Serviocio- y desde que los tres alcaldes se subieron a las tres únicas bicicletas elípticas que ocupaban el gimnasio para la foto inaugural, "sin comprobar si las obras realizadas eran correctas", se quejan los usuarios. Esta semana han llegado buena parte de las máquinas de ejercicios cardiovasculares -elípticas y cintas de correr- y el equipamiento de fuerza no lo hará al menos hasta el día 24, según ha informado la empresa a través de un comunicado, pero las instalaciones siguen "prácticamente igual que antes de los trabajos, con desconchados y defectos varios".

Pero pese a que el presidente de la Mancomunidade anunció la semana pasada que abriría expediente y que obligaría a Serviocio a devolver las cuotas de septiembre, ninguno de los cerca de 2.700 abonados han recuperado el dinero. La empresa ha indicado que descontará la parte proporcional en los recibos de octubre y los afectados lo ven "injusto porque hay gente que solo utiliza las máquinas que llegan el día 24".

Y a aquellos que decidieron devolver los recibos tras el anuncio de Ferreira, "se les cobraron las cuotas con un recargo de 2,40 euros para poder volver a entrar". Esto ha indignado más si cabe a los afectados, que se quejan incluso de que Serviocio ofertó el mes de matrícula gratis el lunes, día 10 de septiembre, casi dos semanas después que en todos sus demás centros de Galicia. "Ha habido gente que ha pagado los 37 euros de ingreso y queremos que se los devuelvan", reclaman.

Todos los defectos y "atropellos" serán recogidos en un documento, elaborado por abogados y técnicos expertos que tratan de demostrar qué normas ha incumplido Serviocio a lo largo de los últimos meses. "Creemos que hay infracciones graves y por eso exigiremos a la Mancomunidade que le rescinda el contrato". Para continuar en esta lucha, en la que no descartan acudir a los tribunales, los perjudicados se preparan para crear una plataforma. Para ello, convocarán el lunes una reunión abierta a todos aquellos que deseen formar parte. Al cierre de esta edición, no habían concretado la hora ni el lugar.