El presidente de la Mancomunidade do Val Miñor, el alcalde de Gondomar, Francisco Ferreira, aseguró ayer que exigirá a la concesionaria de la piscina de A Ramallosa, Serviocio, la devolución a los abonados de las cuotas cobradas por el mes de septiembre y la suspensión del cobro de recibos hasta que las instalaciones "estén en perfectas condiciones de uso". Lo hizo tras irrumpir más de medio centenar de usuarios la tarde del lunes en el centro deportivo para presentar reclamaciones por la ausencia de máquinas en el gimnasio y por "deficiencias" en distintas salas.

Los tres alcaldes miñoranos anunciaron el pasado jueves la reapertura del centro junto con el director del mismo, que cifró en 260.000 euros la inversión realizada en la reforma. Y lo que se encontraron los abonados el sábado al volver a la actividad fueron únicamente las tres bicicletas elípticas a las que se subieron los regidores para la foto y ningún otro aparato para hacer ejercicio, además de "desconchados varios, humedades y suciedad".

La situación generó críticas por parte de la oposición, que también reclama la devolución de las cuotas a los socios. Tras las del lunes por parte del BNG, ayer surgieron las de Gondomar Concello Aberto (CABE), que pide responsabilidades a Ferreira "pola ineficiente xestión dunha concesión pública" y propondrá al próximo pleno la apertura de un expediente sancionador a Serviocio. Por su parte, Unión Centrista de Nigrán lamenta "el papelón de los tres alcaldes, que solo se preocuparon de hacerse una foto, dando una imagen frívola y bochornosa, sin molestarse en comprobar si las instalaciones reunían las condiciones necesarias para reiniciar la actividad".