El Juzgado número 2 de Redondela, que asume las competencias de violencia sobre la mujer, carece de una sala adecuada por lo que obliga a las víctimas a compartir un espacio de pequeñas dimensiones sin apenas intimidad, ni siquiera para ser asesoradas por sus letrados. Además los testigos no tienen un lugar específico donde estar, por lo que es fácil que se encuentren con algunas de las partes, cuando no deberían tener ningún contacto con éstas para evitar la contaminación de sus declaraciones y, en algunos casos, garantizar su propia integridad.

El sindicato Alternativas na Xustiza-CUT denunció ayer esta situación, así como otras deficiencias importantes como la carencia de psicólogo y de protocolos de actuación específicos de violencia sobre la mujer, lo que obliga a los propios trabajadores a dar apoyo psicológico a las víctimas, evitar que se encuentre con el denunciado o con sus familiares, incluso en ocasiones, a hacerse cargo de los hijos de las víctimas mientras declaran.

Alternativas na Xustiza califica de "penosas" las condiciones tanto de las víctimas como de los propios trabajadores, ya que las dimensiones de la sala son "irrisorias y carecen de la ventilación adecuada", una situación que consideran deficiente para un juzgado con una temática tan especial.

Por último, desde el sindicato acusan a la Xunta de "despreciar" al juzgado redondelano al no incluirlo en la relación de las salas de primera instancia e instrucción que tramitan 75 o más diligencias en materia de violencia contra la mujer, por lo que sus trabajadores no pueden cobrar el complemento de 50 euros al mes que les correspondería.