Los beneficiarios del SAF son personas mayores con déficits de autonomía y/o algún tipo de discapacidad, que carecen de apoyo personal en su entorno inmediato, así como hogares con menores en los que se observa necesidad de una intervención de carácter socioeducativo.

Este servicio tiene por finalidad prestarles un conjunto de atenciones a estas personas en su domicilio con los objetivos de mejorar su calidad de vida; posibilitar su permanencia en su entorno de convivencia habitual; favorecer y potenciar su autonomía en su propio domicilio; mantener, mejorar y recuperar las redes de relación familiar y social; prevenir situaciones de dependencia o exclusión social; retardar o evitar la institucionalización y reforzar la solidaridad y potenciar el voluntariado social.

Además de en el hogar, este servicio también incorpora otro tipo de atención como acompañamiento, atención a distancia y servicio de podología y fisioterapia.