Madrugadora como cada año para evitar los rayos de sol más intensos en medio del camino, la parranda de San Roque partió esta mañana en torno las 9.00 de A Ramallosa rumbo a Morgadáns. Cientos de vecinos del barrio nigranés de Vilariño y alrededores caminaron ocho kilómetros hasta su particular meca para cumplir las promesas al santo y disfrutar de una jornada de diversión y convivencia.

Carretas adornadas y música acompañaron a los romeros en una tradición que cumple ya 101 años y en la que nunca faltan el buen comer y beber.