Ni la Virgen de la Roca, ni las vistas de la ría de Vigo desde el paseo que rodea el Parador de Baiona... La protagonista esta tarde en la localidad pontevedresa ha sido un invertebrado que ha acaparado la atención de los que paseaban por el espigón de la villa: una medusa Chrysaora hysoscella

Pasaban las cinco de la tarde cuando varios peatones que pasaban por la zona notaron la presencia del animal en el mar. Su tamaño -unos 20 centímetros- y el intenso color berejena contribuyeron a que muchos se decidiesen a sacarle una fotografía y así inmortalizar el llamativo hallazgo.

No es la primera vez que se registra un avistamiento de este tipo en el entorno de la ría de Vigo. Fue hace un mes cuando un ejemplar de la misma medusa revolucionaba el paseo de Domaio después de que varios bañistas se encontrasen una en los arenales de la zona. El encuentro generó tal alarma que varios llamaron al 112 por el temor a que les picase.

La medusa brújula, como también se le conoce a la Chrysaora hysoscella, es una especie propia del Mediterráneo y del Atlántico Nororiental, tiene una campana en forma de plato que puede alcanzar hasta los 12 centímetros de diámetro. Cuenta con 24 tentáculos, 8 órganos sensoriales y 32 lóbulos periféricos, cada uno con una mancha marrón. De este aspecto se dice que recuerda al dibujo de 16 compases abiertos hacia el exterior.

Su picadura, de acuerdo con el Ministerio de Medio Ambiente, resulta bastante dolorosa.Causan picor y quemazón al principio e inmediatamente después aparecen una serie de edemas que se traducen en manchas rojas que tardan un tiempo en desaparecer.